Cuando la luz incide en la frontera o limite entre 2 medios, por ejemplo aire y vidrio, se pueden presentar una o varias de estas situaciones.
Una parte de la luz que incide sobre una superficie de vidrio se refleja, y otra parte penetra en el vidrio, la luz que entra al vidrio es absorbida parcialmente y la parte restante se transmite.
La luz transmitida en general sufre un cambio de dirección, lo cual se conoce como refracción.
La reflexión de la luz obedece a la misma ley general de la mecánica que rige otros fenómenos de rebote, es decir el ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión.
La reflexión de la luz se representa por medio de dos rayos: el que llega a una superficie, rayo incidente, y el que sale "rebotado" después de reflejarse, rayo reflejado.
Si se traza una recta perpendicular a la superficie (que se denomina normal), el rayo incidente forma un ángulo con dicha recta, que se llama ángulo de incidencia.
La reflexión de la luz es el cambio de dirección que experimenta un rayo luminosos al chocar contra la superficie de los cuerpos. La luz reflejada sigue propagándose por el mismo medio que la incidente.
La reflexión de la luz cumple dos leyes:
- El rayo incidente, el reflejado y la normal están en un mismo plano perpendicular a la superficie.
- El ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión.
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